
Después de muchos meses de negociación, finalmente, la Unión Europea consiguió el acuerdo de los ministros de Energía para implementar el tope al gas. La conocida como ‘excepción ibérica’ dejará de serlo y se aplicará en todos los países de Europa.
Ya ha pasado algo más de un año desde que España y Portugal planteasen el tope del gas, pero había algunos países como Alemania o los Países Bajos que se habían posicionado en contra de la medida.
La Unión Europea acuerda un tope del gas de 180€/MWh
Ahora ya hay acuerdo. La Unión Europea implementará un tope al gas de 180€/MWh. Tendrá un mecanismo condicional, ya que se activará en el caso de que se supere durante tres días laborables el precio del índice holandés de referencia, el TTF, supere por 35 € el precio internacional del gas natural licuado.
Esto evitará que suban los precios de forma descontrolada; y aunque estos podrán fluctuar, siempre se deberán cumplir estas condiciones, evitando picos. Tendrá la aplicación máxima de un año.
Una vez activado el tope del precio del gas, se aplicará al menos durante 20 días, pero si los precios descienden de 180 € durante tres días consecutivos se desactivará automáticamente.
El fin de un proceso lento y complicado
El proceso para llegar a la aprobación de esta medida fue largo y costoso. Para la gran mayoría de ministros se trata de un buen acuerdo, aunque la propuesta inicial no le gustaba a nadie.
La Comisión Europea ya aceptó que se tenía que implementar un tope al gas, pero los detalles no estaban claros. Durante este proceso se ha rechazado un tope al gas de 275 € el megavatio hora, durante dos semanas en los que el TTF superase el precio de referencia en 58 euros.
La propuesta aceptada finalmente ha bajado de los 220 a los 180€/MWh y solo durante tres días hábiles. Sin embargo se aplicará en más ocasiones, ya que la diferencia con el precio internacional solo será de 35€ para que se active el tope.
En definitiva, a partir de 2023, la Unión Europea contará con un mecanismo equivalente al español para intentar que el precio de la energía, muy dependiente del precio del gas, no se dispare en exceso respecto a los mercados internacionales.