
La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, anunció que Bruselas está «preparada para debatir» sobre un tope al precio del gas que se usa para generar electricidad, con vistas a reducir el efecto en la escalada de precios de la electricidad en toda Europa.
La conocida como excepción ibérica puede estar a punto de dejar de serlo, ya que está camino de generalizarse en el resto de Europa.
Según la presidenta de la CE, «Enfrentamos precios astronómicos de la electricidad y, por ello, pondremos en marcha acciones para proteger a los consumidores más vulnerables».
En primer lugar, la Comisión Europea propone reducir obligatoriamente la demanda de electricidad en horas punta, momento en el que las centrales de ciclo combinado, las que producen electricidad usando gas, entran en el mercado eléctrico.
Bruselas también ha propuesto limitar los beneficios de las renovables, así como el uso de los beneficios extraordinarios de estas empresas y de las petrolíferas y gasísticas para apoyar a las familias y compañías más vulnerables.
Además de esta propuesta para limitar temporalmente el precio del gas, también expresó la intención de reforzar las negociaciones con socios de confianza para rebajar los precios de este recurso.